Jan 12, 2015

Epiphany 2015

The word "epiphany" comes from the Greek words "epi" and "phanein." Epi means upon and phanein means to show or manifest. Epiphany is, literally, to show forth or shine upon/forth. The Feast of the Epiphany is usually associated with the Magi. Historically it was utilized also for remembering the birth of Jesus, the coming of the Magi, the baptism by John in the river Jordan (and still today in the Armenian Rite the Birth of Jesus is celebrated on January 6). All these events, and others, are manifestations of the hidden God.

God desired Israel to be a people set apart for himself. God decided to show all the nations who he is through the fidelity of Israel. When Moses gave the laws to the people, he said to them: " You know that I have taught you statutes and justices, as the Lord my God has commanded me: so shall you do them in the land which you shall possess: And you shall observe, and fulfill them in practice. For this is your wisdom, and understanding in the sight of nations, that hearing all these precepts, they may say: Behold a wise and understanding people, a great nation. Neither is there any other nation so great, that has gods so near them, as our God is present to all our petitions." (Dt. 4:5-7)

God reveals himself in his commandments and teachings. Israel had good reason to praise God for having revealed these things to them. Who would have known the truth without any error unless God taught them? However, although this shows a special relationship with Israel and the greatness of God, we should not forget that an additional purpose is so that the nations might be able to hear it and to see it lived in the people that God has chosen. Isaiah the prophet reminds Israel of this truth. If Jerusalem shines with light, it is so that the nations, also, will walk by the light. In the end, it is Jesus who will fulfill the whole mission of Israel in his own person. Rejoice if you have seen the light, but remember that the light is given to you so that other might see.

Jesus, after he begins preaching in Israel, will go to a mountain and will teach the people. Like Moses, he clarifies the commandments and ordinances of the Lord. The Sermon on the Mount begins in chapter five and continues until chapter seven verse twenty nine. This whole section is the Sermon on the Mount. There is much more here than just the Beatitudes. In chapter five verse fourteen through sixteen, he says: "You are the light of the world. A city set on a hill cannot be hidden; nor does anyone light a lamp and put it under a basket, but on the lampstand, and it gives light to all who are in the house. Let your light shine before men in such a way that they may see your good works, and glorify your Father who is in heaven.” Like Moses, Jesus teaches and instructs the people according to the will of the Father. Like Isaiah, he reminds them that the fidelity of the people will be a light for the nations so that the nations might glorify God.

Jesus is already doing this as a child in Bethlehem. He brings these wise men to himself so that the nations also are able to give glory to God. When King Herod hears this he calls the high priests and the scribes of the people and asks them where the Messiah must be born. Observe that the men from a far-away nation have been following the signs and come seeking the king who would be born. However, those in authority in Israel only remember when they are told by foreigners! How is it that the foreigners recognize the light which the people have ignored?

This is what the Feast of the Epiphany reminds us. The treasure and manifestation of Christ in Bethlehem comes with a obligation for our lives. In the Catholic Church the hidden God is revealed. He reveals himself in the Gospels and the Sacred Scriptures. He reveals himself in the mysteries that we celebrate in the sacraments. He reveals himself in the doctrines of faith and morals which are taught by the Catholic Church. But if we are not living in accordance with the Gospels, Sacraments and Doctrines, how will anyone be able to receive his light through us? When others hear about us and our lives, how often do they hear how we do not agree with everything that the Church teaches? When they see our lives, how often do the see a lifestyle that is contrary to the teachings of the Church? Contraception, divorce and remarriage, abortion, ordination of women, the liturgy, immigration, our obligation to the poor – these are only some of the things in which we are able to see a general denial  of the truths taught by the Catholic Church.

When we were baptized, we received a candle and it was said to us: “Receive the light of Christ.” Each Easter we light the Paschal Candle and the Deacon sings “The Light of Christ!” And we respond: “Thanks be to God!” Beware, brother and sisters. There is another star, another bearer of light, who was called Lucifer, but is now named Satan, who seeks to hide, with the darkness of sin, the light of the faith in our hearts. He dazzles the world with deceptions; blinds our intellects with false knowledge. Like Herod, we may find ourselves set against the True Light of the world and even trying to extinguish it in others. We must seek Christ and him alone. We must be faithful in all things, just as he instructed us through his Holy Church. And when we find him, we must open the treasures of our hearts to him, prostrate ourselves before him, and adore him. And we must go by another way than the one the world would have us go.

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Epifanía viene del griego koiné “epi” y “phanein”. Epi significa sobre. Phanein significa mostrar o manifestar. Epifanía es, literalmente, para manifestar o brillar sobre. La fiesta de la Epifanía, generalmente asociada a los Reyes Magos, históricamente fue utilizada también para conmemorar el nacimiento de Jesús, la llegada de los Magos y el bautismo por Juan en el río Jordán (y todavía en la Iglesia armenia se celebra la Navidad el seis de enero). Todos estos eventos, y otros, son manifestaciones del Dios escondido.

Dios quería que Israel fuera un pueblo separado para sí mismo. Dios decidió mostrar a todas las naciones quien es él a través de la fidelidad de Israel. Cuando Moisés dio las leyes a la gente, les dice: "Cumplan los mandamientos del Señor que yo les enseño, como me ordena el Señor, mi Dios. Guárdenlos y cúmplanlos porque ellos son la sabiduría y prudencia de ustedes a los ojos de los pueblos. Cuando tengan noticias de todos estos preceptos, los pueblos se dirán: En verdad esta gran nación es un pueblo sabio y prudente. Porque, ¿cuál otra nación hay tan grande que tenga dioses tan cercanos como lo está nuestro Dios, siempre lo invocamos?" En el Salmo ciento cuarenta y siete leemos: "Declara su palabra a Jacob, y sus estatutos y sus ordenanzas a Israel. No ha hecho así con ninguna otra nación; y en cuanto a sus ordenanzas, no las han conocido."

Dios se revela en sus mandamientos y enseñanzas. Israel tenía razón para alabar a Dios por haber revelado estas cosas a ellos. Quién hubiera sabido la verdad sin ningún error a menos que Dios les enseña? Sin embargo, a pesar de que se muestra la relación especial de Israel y la grandeza de Dios, no debe olvidarse que un propósito adicional es para que las naciones puedan oírlo y ver que vivía en el pueblo que Dios habia escogido. Isaías el profeta recuerda a Israel de esa verdad. Si Jerusalén brilla con luz, es para que las naciones, también, caminarán por la luz. Alégrate si has visto la luz, pero recuerda que la luz se te da para que otros puedan ver. Jesús cumple toda la misión de Israel en su persona.

Jesús, después que comienza a predicar en Israel, irá a una montaña y le enseñará a la gente. Como Moisés, deja en claro los mandamientos y órdenes del Señor. El Sermón de la Montaña comienza en el capítulo cinco y continúa hasta el capítulo siete versículo veintinueve. Toda esta sección es el Sermón de la Montaña. Hay mucho más que sólo las Bienaventuranzas. En el capítulo cinco verso catorce al dieciséis, él dice: "Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad construida en lo alto de un monte; y cuando se enciende una vela, no se esconde debajo de una olla, sino que se pone sobre un candelero, para que alumbre a todos los de la casa. Que de igual manera brille la luz de ustedes ante los hombres, para que viendo las buenas obras que ustedes hacen, den gloria a su Padre, que está en los cielos.” Al igual que Moisés, Jesús enseña e instruye al pueblo de acuerdo a la voluntad del Padre. Como Isaías, les recuerda que la fidelidad del pueblo será una luz para las naciones, para que las naciones glorifiquen a Dios.

Jesús ya estaba haciendo esto como un niño en Belén. Él llevó a estos hombres sabios a sí mismo para que las naciones también pudieran dar gloria a Dios. Al enterarse de esto, el rey Herodes ... convocó a los sumos sacerdotes y a los escribas del pueblo y les preguntó dónde tenía que nacer el Mesías. Observen que son los hombres de una nación lejana que han estado siguiendo los signos y vienen buscando al rey que había de nacer. Sin embargo, los que tienen autoridad en Israel sólo recuerdan cuando se les dice por los extranjeros! ¿Cómo es que los extranjeros reconocen la luz que la gente ha ignorado?

Esto es lo que la fiesta de la Epifanía nos recuerda. El tesoro y la manifestación de Cristo en Belén que viene con una obligación para nuestras vidas. En la Iglesia Católica el Dios escondido se revela. Él se revela en los Evangelios y en las Sagradas Escrituras. Él se revela en los Misterios que celebramos en los sacramentos. Él se revela en las doctrinas de la fe y morales que se enseñan por la Iglesia Católica. Pero si no estamos viviendo de acuerdo con los Evangelios, los Sacramentos y doctrinas, ¿cómo puede alguien más recibir su luz a través de nosotros? Cuando escuchan de nosotros y de nuestras vidas, ¿con qué frecuencia oyen cómo no estamos de acuerdo con todo lo que la Iglesia enseña? Cuando ven a nuestras vidas, ¿con qué frecuencia ven a un estilo de vida que es contrario a las enseñanzas de la Iglesia? Contracepción, el divorcio y el nuevo matrimonio, el aborto, la ordenación de las mujeres, la liturgia, la inmigración, la ayuda a los pobres - estos sólo son algunos de los temas en los que vemos la negación generalizada de las verdades enseñadas por la Iglesia Católica.

Cuando fuimos bautizados recibimos una vela y nos dijeron: "Recibe la luz de Cristo." Cada Pascua encendemos el cirio pascual y el diácono canta "La luz de Cristo!" Y nosotros respondemos: "Demos gracias a Dios. "Cuidado, hermanos y hermanas. Hay otra estrella, otro portador de la luz, que se llamaba Lucifer, pero que ahora se llama Satanás, que busca ocultar con la oscuridad del pecado a la luz de la fe en nuestros corazones. Él deslumbra al mundo con enganas, ciega nuestros intelectos con conocimiento falso. Al igual que Herodes, podemos encontrarnos contra la verdadera luz del mundo y tratando de extinguirla en otros. Debemos buscar a Cristo y solo él. Debemos ser fieles en todas las cosas, como él nos instruyó a través de su Santa Iglesia. Y cuando lo encontremos, debemos abrir los tesoros de nuestro corazón a él, postrarnos ante él y adorarlo. Y tenemos que ir por un camino diferente al que el mundo quisiera que fuéramos.


1 comment:

carl said...

But Father! But Father! What about Epiphany's link with the wedding at Cana?